Llegando a la madrugada del martes, Boca selló su pase a las semifinales de la Liga Nacional de Básquet con una victoria por 86-70. Resultado que, aunque abultado, tal vez no llegue a reflejar del todo el esfuerzo y el recorrido de Oeste a lo largo de la temporada, ni tampoco la intensidad con la que jugó este quinto juego de cuartos de final.
Apegándonos al marcador global, veremos que la superioridad de Boca recién pudo ser contundente en la segunda mitad del encuentro, manteniendo ventajas amplias y constantes, con picos de hasta 20 puntos. El conjunto local supo controlar con respuestas rápidas cada intento de reacción de Ferro. Si bien existieron pasajes en los que el equipo de Caballito amagó con descontar, especialmente cuando echó el resto en el tercer cuarto, donde tuvo cierta recuperación defensiva y transiciones más dinámicas. Aún con mucha garra, no se alcanzó la solidez necesaria para modificar el curso del juego.
El encuentro comenzó con Ferro mostrando ímpetu, logrando una ventaja inicial que se extendió hasta los 5 puntos en los primeros minutos de juego. Sin embargo, la reacción de Boca no se hizo esperar. El equipo de la Ribera pudo revertir el marcador y comenzó a construir una diferencia que luego se tornaría irremontable. Tras superar el enérgico arranque del Verdolaga, Boca consolidó su liderazgo, manteniéndose en un promedio de 15 puntos en la segunda mitad.
Ferro supo mantenerse en partido en el arranque del tercer cuarto, cuando Delía malogró sus tiros libres y en la réplica Jano Martínez acortó distancias a 6 puntos (47-41). Pero una ráfaga de Vildoza acertando de tres y con bandeja llevó el marcador a 55-41, acentuando el dominio boquense a pesar que Oeste se esforzaba en evitar la sangría.
En el último cuarto Ferro fue probando distintas opciones para volver a equilibrar el trámite pero no encontró efectividad. No supo aprovechar los momentos donde Boca bajó el ritmo, cuestión que le permitió seguir controlando el juego.
Y así sería hasta el cierre, donde los de Caballito pelearon hasta el final, con algo de bronca por entender que han estado ahí nomás de llevarse una serie memorable frente al vigente campeón, pero con la tranquilidad de haberlo dejado todo.
Desde una remontada en las últimas fechas de la fase regular, asegurando el reclasificatorio con Gimnasia de Comodoro, hasta el avance hacia cuartos de final, se concluye una trayectoria que refleja el esfuerzo y el crecimiento este equipo humilde, sin cachés extraordinarios, sin “americanos”, plagado de jóvenes con hambre y un entrenador que siempre sabe exprimir al máximo sus recursos. También generar pertenencia y lograr que cada jugador se mate por la camiseta, más allá de sus condiciones técnicas, enamorando a los hinchas, que demostraron su adhesión a este plantel colmando el Héctor Etchart y acercándose a alentar en la Bombonerita.
Las lágrimas que nos sacaron esta noche, no son de tristeza por un resultado deportivo, sino de orgullo por la resiliencia demostrada a lo largo del torneo para tratar de dejar en lo más alto al básquetbol verdolaga y nunca dejarnos “en banda”.
Gracias!
Daniel E. Silva
Síntesis
Boca Juniors (86): José Vildoza 23, Santiago Scala 20, Sebastián Vega 6, Franco Giorgetti 7 y Marcos Delia 0; Thomas Cooper 2, Juan Martín Guerrero 0, Facundo Piñero 7, Martín Cuello 6, Nicolás Stenta 0, Martín Torriani 2 y Andres Ibargüen 15. DT: Gonzalo Pérez.
Ferro Carril Oeste (70): Jano Martínez 8, Emiliano Lezcano 10, Rodrigo Gallegos 9, Valentín Bettiga 9 y Alejandro Diez 15; Tomás Spano 10, Felipe Rodriguez 2, Mariano Fierro 0 y Vinicius Malachias 7. DT: Federico Fernández.
Árbitros: Pablo Estévez, Roberto Smith y Raúl Sánchez.
Estadio: Luis Conde.
Parciales: 15-20, 30-14, 27-21, 14-15
