Ese susto y la impotencia de Oeste para abrir el marcador ante la catarata de chances que se iban dilapidando, hacían que para el espectador neutral el partido fuera más entretenido de lo esperado, pero no tanto para los sufrientes hinchas de Caballito cuyas gargantas se iban anudando cada vez más.
Finalmente, Enzo Díaz y su olfato goleador, cuando la primera etapa se moría, logró el desahogo y el comienzo de la resurrección.
Apenas iniciado el complemento, Mosca concluyó un centro de Ruiz Gómez con un remate que no pudo salvar Noce y así aumentar la ventaja.
Con todo un tiempo por delante, Ferro sabía que si se lo proponía estaba para facturar un resultado más abultado ya que la resistencia del Jota Jota estaba totalmente vulnerada y no gozaba de la capacidad para recuperar el balón, pertenencia absoluta de Caballito.
Diez minutos después Enzo volvería a concretar en plan de ya ir saboreando la clasificación.
El “Cuqui” Márquez fue el encargado de sellar el 4 a 0 definitivo para ir palpitando el cruce con Boca Juniors y la esperanza que esta mejoría también redunde en el torneo Nacional.
