Papá por 3

Fue el Verdolaga quién se adueñó del balón desde el arranque, con ideas claras e intenciones definidas a pesar de ser la visita y en un reducto siempre complicado. Cuestión última que tal vez no nos sorprendió demasiado ya que en la era Cordon la constante siempre estuvo en plantarse de igual a igual en cualquier terreno, con más o menos suerte en el resultado. 

Bajo la consigna de ejercer presión, anular los mejores pies calamares y salir rápido para no brindar respiro a su oponente, Ferro creó varias situaciones en la primera media hora pero fallaba al definir.

Llegando a los 25 minutos, el trámite amenazó con achatarse y ahí Platense quiso tomar la iniciativa. Un disparo de Bazán y después un momento de zozobra en la única desinteligencia defensiva del conjunto de Caballito, donde ni Curuchet  ni Rossi llegaron a empujar el balón, encendieron las alarmas.

Estaba claro que cualquier tipo de dominio si no se traducía en eficacia ofensiva iba a costar caro.

Pasó el momento de dudas en Ferro y de a poco fue recuperando la forma inicial. Cuando el desarrollo  sugería un destino de chatura volvió a emerger la figura de Toloza, siempre atento y peligroso, que con una media vuelta y un tiro cruzado puso el 1 a 0.  A tiempo justo y necesario para empezar a ahuyentar los fantasmas.

En 39 minutos Ferro por fin pudo traducir su idea en gol, obra nacida de la velocidad de Grana y la posterior asistencia de Nico Gómez. Y prosiguió hallándose más entero y dispuesto a apretar el acelerador para irse al descanso con algo más que la ventaja mínima.

A los 43′ un centro de Gómez dirigido a Toloza derivó en una asistencia de taco del ex-Colegiales que dejó a Tesuri en disposición óptima para lograr el 2 a 0 y darle al Marrón otro golpe casi de knock out. Casi porque a pesar del dominio verde aún restaba todo un tiempo y era muy factible que se viniera una reacción de la que había que tomar recaudos.

Pero toda esa cautela se transformó en locura apenas iniciado el complemento. Porque Ferro sostuvo la tónica de la etapa previa y en un córner, ejecutado formidablamente por Busse y peinado por Canto selló el 3 a 0 y ahí si los de Saavedra no pudieron levantarse de la lona.

El resto del trámite fue pura impotencia de Platense que nunca pudo vulnerar al entramado defensivo de Oeste, que muy cómodo con el 3 a 0 a favor le quitó vértigo al duelo en Vicente López y manejó el ritmo de la noche a su antojo. Y hasta se pudo haber coronado la victoria con otro golcito más si Asprea, con el arco totalmente vacío, no ejecutaba su remate por encima del travesaño.

Fue en resumen una victoria avasallante, esperanzadora y fundamental.

El tren de la ilusión volvió a arrancar.