Ferro fue de menos a más en la tarde-noche del centro geográfico de la Ciudad de Buenos Aires Ante un rival complicado como lo fue Atlético de Rafaela, dió muestras de carácter y solvencia.
Si bien no pudo erigirse como amplio dominador del juego, el conjunto de Orfila supo pegar en los momentos justos.
Los primeros 25 minutos fueron un tanto caóticos para Oeste, que no podía conectar bien sus líneas y la visita con un poquito más de orden daba la sensación de tener apenitas más claras las ideas. Y en ese interín logró abrir el marcador por intermedio de Suso, tras ganarle la posición a los zagueros verdolagas en un córner.
Pero la alegría le duró poco a la “Crema” ya que a los 27′ la figura de Lautaro Torres apareció para clavar un zapatazo desde la medialuna e igualar el asunto. A partir de ese momento creció la faena verde y comenzó a contar con mejores chances que su rival.
Pero no sería hasta los 12′ del segundo tiempo que se plasmarían los merecimientos de un Ferro dispuesto a cambiar la pobre imagen de los últimos partidos.
Otra intervención de Lautaro Torres, esta vez para habilitar a Enzo Díaz que no dudó en disparar en el borde del área, hizo posible la remontada.
Ahora la historia ponía a la visita en la obligación del empate y a Ferro a tomar los recaudos necesarios para no sufrir otra caída y tratar de liquidarlo.
Rafaela fue a la carga con más enjundia que fútbol y no complicó demasiado, salvo un rechazo de Hernán Grana que por centímetros no se convirtió en un gol en contra.
Con el “Laucha” Torres manejando los hilos, Ferro quería volver a sacar ventaja de contragolpe pero le faltó una pizca de nítidez para lograrlo.
Sufriendo alguna que otra arremetida final, Caballito volvió a encontrarse con la victoria y a enderezar sus carriles y pensar en meterse de lleno en la pelea por el ascenso.
