En la calurosa tarde de Caballito las multicampeonas verdolagas volvieron a coronarse con el título del torneo Super 4 metropolitano, por tercer año consecutivo. Frente al siempre duro Ci.De.Co se impusieron con carácter y el estilo que las definió durante toda su trayectoria.
Con el sello de jerarquía que imprimen al juego la tríada compuesta por Crivelli, Ponce de León y Salvadó (esta vez ausente por una dolorosa situación personal) y la consolidación de jugadoras como Catalina Burgos, Malena Carbia, Carolina Vilorio, Sofía Caló y Vanesa Romero en el arco, Ferro sigue apostando a un juego colectivo y solidario que va más allá de las individualidades.
Bajo la conducción de Juan Martín Bertaina, tras la salida de Gustavo Sciglitano, se mantiene esa línea táctica y conductual que obliga a sus rivales a poner mucho más de sí que en otros partidos.
Sin embargo, a sabiendas de la estructura aceitada y ganadora, las chicas superpoderosas del Oeste nunca menosprecian a sus contricantes y mantienen la humildad en cada jornada.
La humildad y el sacrificio que les posibilitaron hacerse fuertes, primero como seres humanos y luego como cracks.
A la final, CIDECO llegaba con algunas bajas importantes y flaqueó en los primeros minutos, cuando sus dudas fueron aprovechadas por Ferro que sacaba rápida ventaja. Promediando la primera etapa las de Lanús emparejaron el marcador hasta ponerse a tan sólo un gol de diferencia.
La paridad en el score se mantuvo hasta bien entrado el complemento. Allí Ferro se hizo eco del cansancio de su rival y comenzó a diseñar un juego más cerebral, con posesiones más amplias y sobre todo contundente. Un par de llamados de atención de Bertaina, hicieron aparecer nuevamente la capacidad goleadora de Ponce de León, la velocidad de Caló para manejar los hilos ofensivos y la sólidez en el arco de Romero, lo que permitió a las pibas del verde llegar con bastatnte aire al último tramo de juego y dejar que de a poco comience a esbozarse el “Dale Campeón” desde las tribunas.
Título merecedísimo para quienes ya son más que un orgullo para la Institución.
La paridad en el score se mantuvo hasta bien entrado el complemento. Allí Ferro se hizo eco del cansancio de su rival y comenzó a diseñar un juego más cerebral, con posesiones más amplias y sobre todo contundente. Un par de llamados de atención de Bertaina, hicieron aparecer nuevamente la capacidad goleadora de Ponce de León, la velocidad de Caló para manejar los hilos ofensivos y la sólidez en el arco de Romero, lo que permitió a las pibas del verde llegar con bastatnte aire al último tramo de juego y dejar que de a poco comience a esbozarse el “Dale Campeón” desde las tribunas.
Título merecedísimo para quienes ya son más que un orgullo para la Institución.
Salud Campeonas !!!