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Un punto a favor

Ferro logró en el debut ante su público (acotado a los socios) algo impensado meses atrás: ver un empate de local como algo positivo. Principalmente porque el equipo dió su máximo esfuerzo para conseguir los tres puntos y dejó una imagen totalmente opuesta al pasado reciente.
Ante un rival que se dedicó a especular y dió batalla únicamente para disuadir el peligro, el conjunto verdolaga no se desesperó y manejó la pelota con buen criterio para crear situaciones nítidas y adueñarse del trámite.
Pero pagó caro la poca efectividad a la hora de definir frente al arco defendido por el experimentado Luchetti y sobre el final del primer tiempo no podía creer que los tucumanos se pusieran en ventaja en la única llegada de riesgo que elaboraron. Un verdadero baldazo de agua helada cuando menos se lo esperaba.
Sin embargo, durante el entretiempo no sobrevolaba el desánimo ya que la buena imagen que habían proyectado la desfachatez de Víctor Gómez, la pausa justa de Vernetti, la creatividad de Bazán y la persistencia de Salmerón nos obligaba a vislumbrar un panorama alentador.
Y rápidamente, apenas pasado un minuto del complemento, el “Pupi” transformó su incasable lucha contra la defensa del “decano” en un gol que le daba a Ferro el oxígeno necesario para llegar a un resultado más acorde a la tarea realizada por ambos equipos.
Durante casi media hora el monólogo de Oeste, apenas interrumpido por algún que otro toque de atención por los centros que ensayaba la visita y que esta vez Albil y la línea de fondo pudieron controlar mejor, fue incesante. El ritmo lo marcaba el inspirado Gómez y el cerebro de Vernetti que crecía al compás de la exigencia, promoviendo los circuitos por dónde debía transcurrir el juego. Las opciones de gol se creaban, pero no lograban plasmarse en la red.
Al advertir el cansancio en los valores más destacados del verde, Broggi echó a rodar al “Tati” Coll y el colombiano Morales Heredia en reemplazo de Bazán y Vernetti respectivamente.
Las buenas intenciones continuaron pero de a poco la paridad fue tornándose el único resultado posible. Ferro ya no podía recurrir a Víctor Gómez que fue sustituído por Alderete a menos de 15 minutos del final y se le acababan las ideas para generar riesgo. Actitud, empuje y movilidad no le faltaron a Morales Heredia y Coll a la hora de avispar la ofensiva, pero no le encontraron la vuelta a una defensa tucumana que ya estaba conforme con el punto que se llevaban y devoró todo su esfuerzo.
Punto y aparte.
El aplauso de aprobación al instante del pitazo final reflejó que a veces un resultado semi-amargo, no puede opacar el constante crecimiento del equipo de Broggi.
Desde el traspié en Paraná dónde continuaron las dudas arrastradas del “Torneo de Transición”, pasando por el excelente triunfo en Campana dónde vimos bastante del Ferro que deseamos hasta el último sábado dónde hubo méritos pero poca eficacia, es de necios no reconocer que algo está cambiando. Por eso el aplauso de la Platea que se vistió de Popular. Porque volvimos a hinchar por un equipo que hace lo que pide la gente: poner huevos e ir al frente.

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