(Foto: Fútbol Para Todos)

Ferro no mostró su mejor imagen en la tarde correntina. Si bien enfrente tuvo un rival que en el arranque le ofreció la hegemonía del balón, no supo aprovechar su tiempo y de a poco fue perdiendo contundencia y brillo en el ataque.
Con la baja importante del “Pupi” Salmerón, la dupla ofensiva conformada por Vizcarra y Gómez insinuó más de lo que pudo concretar. Bazán era el nexo creativo y por donde pasaban la mayoria de las intenciones. Ya sea con toques cortos para desequilibrar metros o buscando con pases largos alguna aparición fugaz de Gómez (que tuvo dos chances inmejorables), el riojano marcaba el rumbo.
Y cuando se apagó, no hubo quién pudiera indicar el camino para abrir el marcador. Promediando la primera etapa, Boca Unidos emparejaba las acciones, no tanto en riesgo pero si en un manejo más eficiente de la pelota. Aunque también el arco le quedaba lejos y al igual que Ferro, dejaba mas dudas que certezas y por eso quedaba todo a resolver en el último acto.
Y no la pasó bien Ferro en la segunda etapa. El local fue mejorando en todas sus líneas mientras el  juego verdolaga rozaba la displicencia y cierta conformidad por el empate a medida que pasaban los minutos.
Tal vez un poco alarmado por la quietud de sus dirigidos, Broggi mandó al campo a Medina por Bazán pero tampoco tuvo la chispa para encender algún fuego de rebeldía. Un tardío ingreso de Ezequiel Perez faltando menos de 15 minutos para el final le dió algo de prolijidad al verde para encarrilar el trámite hacia el arco rival, pero no fueron suficientes para que el resto entre en sintonía y alcanzar algo más que un puntito.
El conjunto de Ricardo Rodríguez no fue superior a Ferro, pero tuvo dos oportunidades claras para dejarnos con las manos vacías, una salvada por Limousin y otra desviada por el palo. Hubiera significado un castigo muy duro en estas instancias “de final” dónde todo lo que se pueda sumar sirve para mantenerse en el lote del reducido por el ascenso.