
Triunfo vital en José Ingenieros
Ferro venció por la mínima al conjunto de Almagro en un duelo clave por la permanencia. Fue uno de esos partidos ganados con el overol puesto y el cuchillo entre
Ferro venció por la mínima al conjunto de Almagro en un duelo clave por la permanencia.
Fue uno de esos partidos ganados con el overol puesto y el cuchillo entre los dientes, sin lujos ni grandes gestos técnicos. Nada de brillo, nada de jugadas destacadas; apenas lo indispensable para salir del apuro. Ferro, con una actitud inusual a la mostrada durante el torneo, pisó fuerte en José Ingenieros y se llevó tres puntos que valen muchísimo en su carrera por evitar la zona roja.
El trámite, en la primera parte, fue tan enredado como previsible: mucho roce, juego trabado y pelotas divididas. Los dirigidos por Rondina pusieron una cuota extra de intensidad, convencidos esta vez que cada balón era fundamental. El ya clásico 5-3-2 del “Huevo” se mantuvo inalterable, pero esta vez con Olguín más acompañado por Cosi que firme y más abocado a la contención no se dedicó a vagar por el mediocampo.
Las subidas de Kihm por derecha, acompañadas por la movilidad inagotable de Franco García por todo el frente de ataque, fueron los argumentos más claros de Ferro en ofensiva. Atrás, la solvencia de Boolsen, Rivero y Meritello fueron clave para sostener la muralla verde.
Palacio perdió en todas y jamás le encontró la vuelta al partido, mientras Parisi, en su afán por hacer una de más, dejó pasar las pocas situaciones de riesgo que tuvo el equipo. Pero a los 39 minutos llegó el desahogo: el “Toro” esta vez se encontró en el lugar y momento justo. Tras un lateral de Kihm directo al área, se adueño del rebote y puso el 1-0.
Ese golpe fue demasiado para Almagro, que empezó a evidenciar la impotencia de no poder quebrar la resistencia de Ferro antes del descanso.
En el complemento, el local insistió con centros y pelotazos, pero la firmeza de Monetti (aun sobrando situaciones y calentando innecesariamente el clima cuando había que poner paños fríos) y la zaga central, sostuvieron la diferencia. La tensión crecía en el banco de Montenegro, mientras Ferro priorizaba la solidez defensiva y apostaba casi por completo al contraataque.
Los ingresos del “Colo” Pinto y de Alan Lorenzo refrescaron un poco la tarea defensiva, mientras que Romero y Montiel no lograron inquietar adelante: los últimos 20 minutos fueron pura resistencia y administración del esfuerzo.
Incluso cuando Almagro dejaba espacios, Ferro eligió la cautela por encima de la ambición. El desgraciado historial de este equipo, dictaba que había que ganar a como de lugar y aferrarse al escueto score a pura actitud, con poco juego y mucha concentración.
Son tres puntos que valen más que oro para alejarse del descenso y sumar confianza.
No necesitábamos nada más.