Ferro llegaba a Tucumán en busca de su primer victoria en el torneo. Pero en un partido donde no abundaron las emociones y aún teniendo la ventaja de un hombre más durante gran parte del complemento, el conjunto local se hizo de los tres puntos gracias a una pelota parada cuando el 0-0 parecía sellarse.
El encuentro, como ya dijimos, fue pobre. Principalmente porque ambos equipos fijaron su preocupación en no equivocarse en un terreno en óptimas condiciones pero complicado por la lluvia torrencial que asoló Tucumán toda la noche y no tanto por ser punzantes en los últimos metros.
El Ciruja intentó imponer condiciones en el arranque pero la visita logró contrarrestar ese ímpetu con la clásica presión alta que dispone Grelak para bloquear las salidas del rival.
Así se desarrolló un trámite parejo pero poco atractivo.
El segundo tiempo arrancó con la temprana expulsión de Murillo, lo que parecía darle lugar a Oeste para encontrar más espacios y tranquilidad en búsqueda del gol.
Sin embargo San Martín se agrupó bien en el fondo y las buenas ideas que Ferro ensayó en los primeros 45 minutos se fueron diluyendo a medida que el cronómetro avanzaba.
Ni los ingresos de Tomasetti, Alonso y García lograron revitalizar el ataque verdolaga. Apenas destellos y poco riesgo.
La premisa de “el que se equivoca, pierde” era la única certeza que rondaba. Y así fue.
Restando tres minutos para cumplir el tiempo reglamentario, Tomasetti se equivoca en la salida jugando la pelota hacia su propia área y posteriormente al buscar la recuperación comete infracción, regalándole un tiro libre a San Martín en la agonía.
Y como los errores muchas veces se pagan caro, no fue distinto esta vez. Luego de la ejecución, Pino cabeceó cómodamente y dejó sin chances a Monetti. 1 a 0 y a cobrar.
De regreso a Caballito con las manos vacías y la preocupación que todavía Ferro sigue sin asomar en el torneo.
Daniel E. Silva
Foto: Prensa San Martín de Tucumán
