Un empate con sabor a poco

Ferro y Estudiantes no lograron sacarse ventaja en Caballito, en una fecha donde un triunfo podía poner en buena posición a sendos rivales.

El conjunto verdolaga pudo abrir el marcador de pelota parada, a través de un cabezazo de Murillo y de esa manera mejorar la perspectiva de un trámite que se presentaba engorroso y muy friccionado en mitad de cancha.

El 1-0 tranquilizó en cierta forma a Ferro para tomar las riendas y conseguir al cierre del primer tiempo otro gol, esta vez en forma de tiro libre formidable de Ricky Blanco.

Los dirigidos por Cordon se mostraron superiores al regreso y dominaron todos los aspectos del juego durante aproximadamente 20 minutos, hasta que la tonta expulsión de Levato, que ya cargaba con amarilla, respondiendo a una agresión, dejó a su equipo con un hombre menos.

Para mayor fatalidad, a los segundos sobrevino el descuento de Estudiantes y Oeste volvió a perder las riendas. El nerviosismo y la incertidumbre se apoderaba de a ratos del Verdolaga, que con 10 jugadores, apostaba llanamente al contragolpe y de esa manera casi logra el tercero.

Estudiantes poniendo un poquito más de vértigo no tenía claridad pero trataba de cascotear el rancho de Ruiz, que no tuvo una buena tarde, completándola con una mala salida en un córner que posibilitó el empate de Mariano del Col.

Fue empate y casi desazón en Caballito porque Ferro tuvo todo para ganarlo y lo desperdició de manera inexplicable.

Ahora, a dar batalla en San Martín. Con fútbol, sí. Pero con inteligencia también. Por favor.

Daniel E. Silva

Foto: Prensa Ferro Carril Oeste

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