Entre el calor agobiante y la producción futbolística del conjunto verdolaga, la tarde en el Estadio Ciudad de Caseros no fue la ideal. Con muchos nombres nuevos, algunos rutilantes, tal vez se esperaba un poco más de iniciativa por parte de la visita.
Estudiantes fue quien se erigió, apenas y sin demasiada claridad, como el hegemonizador de la pelota y las acciones más peligrosas durante la mayoría del encuentro.
Ferro no consiguió a lo largo de los 90 y pico de minutos de juego demostrar una idea plausible para inquietar a Budiño.
Con movimientos demasiado previsibles, los dirigidos por Jorge Cordon fueron más incisivos en el último tramo del pleito con Campos más nítido que Ricky Blanco, Moreyra más suelto y Retamar incasanble pero con signos de agotamiento por el esfuerzo acumulado.
Sin embargo no fue suficiente para romper el cero en el arco rival y terminó pagando su ineficacia en la agonía del trámite sufriendo un gol en contra cuando el cero a cero parecía ser el resultado final.
Habrá mucho que corregir de cara al próximo viernes cuando recibamos a otro candidato como Chacarita Juniors.
