Tarde ideal en Caballito. Pleno sol y un marco de público inmejorable. Las condiciones estaban dadas para la celebración y así fue.
El conjunto del “Gordo” Cordon le puso la frutilla al postre en la previa al natalicio de Gerónimo “Cacho” Saccardi y al Día del Hincha de Ferro.
Pero no todo fueron rosas. Al menos durante varios tramos del juego.
Se le complicó a Oeste dominar el trámite aún consiguiendo la apertura del marcador por intermedio de Alexander Díaz a los 10 minutos del primer tiempo.
A contramano de buscar tranquilidad y orden para aumentar la ventaja, le cedió el control de la pelota a los cordobeses que a la brevedad empardaron la situación por obra de Oyola.
Racing lo tuvo a maltraer al Verdolaga que sigue sin poder consolidar su faz defensiva. La mala puntería del rival y un par de salvadas de Miño encendieron las alarmas y lentamente fueron corrigiéndose las falencias en el fondo.
Recuperando la seguridad en la retaguardia y reacoplándose el mediocampo, Ferro volvió a llevar peligro al área de la visita y ahí apareció el implacable Herrera marcando el 2 a 1 para ir al descanso con un poco más de oxígeno.
El complemento arrancó con un Verde incisivo y en apenas dos minutos Boolsen, llevándose puesto el balón tras un tiro libre de Vázquez que dió en el palo, anotó el tercero, dándonos un panorama alentador.
Durante el desarrollo de la segunda etapa, las acciones se dividieron entre la desesperación de Racing y la apuesta de Ferro por liquidar la faena de contragolpe y mientras tanto preservar energías de cara a la etapa definitiva del torneo.
Pudo haber sido una goleada mayor, como también un dolor de cabeza si la Academia hubiera logrado mejor puntería.
Aún con errores tácticos que todavía cuesta subsanar, pero también poniendo en la balanza la actitud y el carácter de no bajar los brazos en los momentos más acuciantes, más algunos destellos de buen fútbol que siguen latentes, Ferro se ilusiona y espera que su clímax llegue en el tiempo indicado.
Fotos: Daniel E. Silva para Ferro Energía Verde.