Un corso a contramano

Ferro mostro dos caras totalmente opuestas frente a Quilmes: una reflejada en el arranque demoledor que le permitió consumar una ventaja de dos goles en menos de 15 minutos y otra que nos retrotrajo a las peores escenas de las últimas dos décadas.

El mejor rostro se dió desde el arranque. Sin guardarse nada, el conjunto Verdolaga arrinconó al Cervecero sin darle la mínima chance de ensayar una réplica. Los tándem Mosca-González desde el mediocampo y Villalva-Colombini en la delantera, orquestados por la velocidad y picardía de Retamar que se movía por todo el frente de ataque, llenaron el Etcheverri de un fútbol que hacía tiempo atrás no disfrutaban los ojos de la parcialidad local.

La apertura del marcador fue del “Perro” Rodríguez luego de un desborde de Colombini y el segundo una jugada personal de Retamar donde sacó a bailar a media defensa quilmeña y concluyó con un remate imposible para Milton Álvarez. Todo en 12 minutos de puro éxtasis.

Foto: Daniel E. Silva (FEV)

Llegando a la primera mitad del trámite no existían condiciones para que se arruine la fiesta en las tribunas y el monólogo verde indicaba que estabamos más cerca del tercero que del descuento rival.

Pero nos confíamos demasiado. Nos olvidamos que no importa cuan favorecedor se nos presenta un panorama, seguimos siendo Ferro y tenemos que sufrir o penar. Y entonces, pasamos de la confianza a las dudas sin ningún tipo de transición o aviso.

Foto: Daniel E. Silva (FEV)

De golpe el mediocampo y la defensa local dejaron de funcionar, se formaron huecos y distracciones que aprovechó Quilmes para capitalizarlos en dos goles totalmente fuera de contexto. Todo en 2 minutos de puro desconcierto.

Alvarado en contra intentando rechazar el remate del 10 Cervecero y Sandoval tomando desprevenido a Boolsen en el área chica, fueron dos cachetazos que el cojunto de Sara no estaba preparado para recibir. Dos cachetazos de los que nunca pudo recuperarse.

Foto: Daniel E. Silva (FEV)

La estocada final de Facundo Castro a los ’32 del complemento derrumbó a un Ferro que nunca encontró la forma ni respuesta en los relevos para regresar a su mejor versión.

¿Cuál será el verdadero rostro de este Modelo 2023? ¿El explosivo que nos ilusionó por un rato o el infantil que regala chances al oponente?

Foto: Daniel E. Silva (FEV)

Otra vez Quilmes nos robó la máscara de la felicidad y la desazón volvió a opacar una velada que pintaba para carnaval y finalmente derivó en un corso a contramano.

DANIEL E. SILVA

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