Noche de brujas

Ferro llegaba a San Martín para mostrar su credencial de puntero. Y al contrario de la lógica que predomina en la divisional, no especuló ni se dedicó a esperar la propuesta del conjunto local. Desde el arranque fueron sucediéndose una serie de llegadas de alto riesgo, cada una más peligrosa que otra.
Promediando la primera etapa los dirigidos por Coleoni ya habían acumulado alrededor de ocho situaciones clarísimas. Pero ni el goleador Castillejos, ni Vizcarra, Borrego, tampoco Affranchino o Pérez tuvieron la capacidad para definir.
La frase que reza “los goles que no metés en el arco de enfrente, te los hacen en el tuyo” sobrevolaba en la mente de cada uno de los verdolagas pero elegíamos correr a los fantasmas pensando que el primer gol estaba al caer. Pero se hizo carne aquel proverbio futbolero y a los 24 minutos, Salinas aprovechó una dormilona de la defensa de Ferro y ponía a Chacarita arriba en el marcador. Un resultado totalmente irracional de acuerdo a lo hecho por ambos equipos.
Lejos de caer en un bajón o descontrolarse para ir en busca de la igualdad, Ferro continuó mostrando un mejor juego que su rival, elaborando riesgo a troche y moche, pero ineficaz a la hora de facturar.
El segundo tiempo fue totalmente distinto. Mejoró el Funebrero en todos sus aspectos y el verde ya no tendría la nitidez de los primeros 45. Pero el partido lejos de convertirse en un ida  y vuelta se hizo chato y la única vía por la que Ferro podía conducir sus esperanzas hacia el empate era la pelota parada. Chaca, ordenadito, le cedió el balón a Ferro que no supo como tornarse peligroso nuevamente.
Y así, en una verdadera Noche de Brujas adelantada, dónde la historias comienzan amables pero terminan en pesadilla, Ferro y su meritocracia no lograron vencer a un mediocre pero eficaz Chacarita.

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