Ferro dejó pasar una gran oportunidad en estas últimas tres fechas de consolidarse en el grupo de los cinco que pelea por el ascenso.
Había llegado al quinto puesto luego del triunfo con Atlético Paraná y tenía en Caballito una oportunidad inmejorable frente a Villa Dálmine para corroborar el buen momento del equipo. Se logró apenas un tibio empate.
La posterior derrota en la visita a Tucumán, con una actuación que no estuvo a la altura de lo mejor que venía ofreciendo el conjunto de Broggi, significó un nuevo retroceso.
El viernes Ferro pecó nuevamente desde el inicio. No salió a buscar decididamente el partido y se vió a todas las líneas, sobre todo la defensiva, dormidas y sin reacción ante las pobres insinuaciones de un rival limitado pero que logró ponerse en ventaja a los 24 del primer tiempo.
La complicación principal, más allá de los errores defensivos, era la deficiente generación de juego que se ofrecía desde los pies que mas saben en el verde, léase Bazán y Vernetti.
Sin embargo este último tuvo su momento de iluminación fútbolística diez minutos después, metiéndole en primera instancia un caño a Mosca para luego habilitar al “Chino” Vizcarra que con una definición magistral selló el empate y abrió la esperanza para dar vuelta la historia.
Pero Ferro no mejoró y concluyó otra pobrísima actuación ante un rival que con sus limitaciones, puso en riesgo en un par de oportunidades al arco defendido por Limousin. Se perdió la oportunidad de mantenerse en el grupo de los cinco y ahora estamos a las puertas a un punto de Gimnasia de Jujuy.
La próxima fecha enfrentaramos al durísimo Instituto en Alta Córdoba, y habrá que salir a demostrar para que pelea estamos.