Foto: Walter Montero |
Nota: Alejandro Sonich
Hermosa noche de basquetbol se vivió el miércoles en el Etchart. Ferro jugó con Unión de Santa Fe el segundo juego que ganó el local 95-78 y la gente estaba feliz. Pero en el entretiempo hubo más motivos para la felicidad, para que la gente aplaudiera y varios chicos duerman esta noche con una sonrisa y una alegría que jamás olvidarán.
Foto: Walter Montero |
Por iniciativa de los profes de formativas de Ferro Ariel Trapasso, Matías Lozano y Nicolás Rossi junto a la profe Sol Ibañez de la Escuela de Estimulación Deportiva que funciona en el Quilmes A.C. y la dirigencia “verdolaga”, se realizó un partido entre algunos minis de Ferro y los chicos de la escuela.
Y cuando los chicos de ambos equipos saltaron a la cancha llegó la primera explosión en el aplauso.
Y ni hablar de cada jugada, cada tiro al aro. Fueron ocho minutos en el entretiempo donde se cerraba un círculo perfecto. Donde la inclusión era un hecho y donde quedo demostrado que todos somos iguales.
Había que ver la emoción de los chicos y de los papás y ni que hablar de los profes de estos chicos que educan, trabajan y acompañan a los pibes de la escuela. Y de los minis de Ferro que entienden muchas veces más que los adultos, que todos somos iguales y jugaron con ellos seria y respetuosamente sin dejar de divertirse.
Luego del partido los chicos se juntaron para la foto y se saludaron con los jugadores de Ferro y Unión sorprendiéndose los chicos con la altura de ellos.
Fue una hermosa jornada llena de amor, de inclusión y de basquetbol. Muchos se fueron con una sonrisa y alguna que otra lágrima. Como para seguir creyendo que la vida es hermosa y vale la pena, con estas cosas, vivirla plenamente.